La mayor parte de la población del Porrón islándico vive en el Oeste de Norteamérica; nidifica desde el sur de Alaska hasta el norte de California y Wyoming e inverna más al sur a lo largo de California. Hay también poblaciones más pequeñas en el Este (Peninsula de Labrador y a lo largo del Río San Lorenzo) y también en Islandia. Tanto las aves islandesas como las de las Montañas Rocosas son sedentarias y no realizan migraciones como el resto de sus efectivos.
Como divagante en Europa es rarísimo y, aunque hay observaciones en las Islas Feroes, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Noruega, Estonia, República Checa o Polonia, son muy pocos los registros que pueden considerarse como auténticas llegadas naturales y no como escapes de colecciones de aves en cautividad. |
La observación de Laxe que aquí presentamos es la única homologada en España. Existen también un par de referencias antiguas de un macho joven cazado en la Albufera de Valencia el 22 de diciembre de 1871 (Saunders, 1877) y otro ejemplar en Doñana a mediados de los años 60, sin fecha concreta y de origen dudoso (García et al., 1989)
La separación entre hembras y jóvenes de Bucephala islandica y Bucephala clangula requiere de una observación minuciosa que incida en los rasgos clave que identifican a ambas especies. La extraordinaria descripción realizada por Jose Luis Rabuñal (que reproducimos más abajo) pone de manifiesto la identidad del ave.
Referencias:
*Carboneras, C. & Kirwan, G.M. (2016). Barrow's Goldeneye (Bucephala islandica). In: del Hoyo, J., Elliott, A., Sargatal, J., Christie, D.A. & de Juana, E. (eds.). Handbook of the Birds of the World Alive. Lynx Edicions, Barcelona
*Madge, S., Burn, H. (1988) . WILDFOWL. Christopher Helm (Publishers) London
*Beaman, M., Madge, S. Aves de Europa, Norte de Africa y Próximo Oriente ©1998. Ediciones Omega. Barcelona
*De Juana, E. (2006) Aves raras de España: un catálogo de las especies de presentación ocasional. Lynx Edicions, 2006. Bellaterra. Barcelona
*Lewington, I., Alstrom. P. & Colston. P. (1991). A Field Guide to the Rare Birds of Britain and Europe. ©Domino Books Ltd 1991. 7 Bond Street, Jersey
*Birdguides, en web <http://www.birdguides.com/species/species.asp?sp=027133
*Carboneras, C. & Kirwan, G.M. (2016). Barrow's Goldeneye (Bucephala islandica). In: del Hoyo, J., Elliott, A., Sargatal, J., Christie, D.A. & de Juana, E. (eds.). Handbook of the Birds of the World Alive. Lynx Edicions, Barcelona
*Madge, S., Burn, H. (1988) . WILDFOWL. Christopher Helm (Publishers) London
*Beaman, M., Madge, S. Aves de Europa, Norte de Africa y Próximo Oriente ©1998. Ediciones Omega. Barcelona
*De Juana, E. (2006) Aves raras de España: un catálogo de las especies de presentación ocasional. Lynx Edicions, 2006. Bellaterra. Barcelona
*Lewington, I., Alstrom. P. & Colston. P. (1991). A Field Guide to the Rare Birds of Britain and Europe. ©Domino Books Ltd 1991. 7 Bond Street, Jersey
*Birdguides, en web <http://www.birdguides.com/species/species.asp?sp=027133
Agradecimientos:
A Jose Luis Rabuñal Patiño
A Jose Luis Rabuñal Patiño
Gutiérrez, P. (2016). El porrón islándico en Galicia: compilación de citas. En: web BirdersCove
Bucephala islandica 1
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 26 de enero de 1997
Donde: Laxe (A Coruña)
Encontrado por: Jose Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el comité de rarezas de la Sociedad española de Ornitología. Observaciones de aves aves raras en España. Año 1997. Ardeola (46). 1999. 129-148
1 hembra de 1º invierno presente en la laguna de Traba hasta el 22 de marzo del mismo año, aunque estuvo ausente en fechas intermedias.
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 26 de enero de 1997
Donde: Laxe (A Coruña)
Encontrado por: Jose Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el comité de rarezas de la Sociedad española de Ornitología. Observaciones de aves aves raras en España. Año 1997. Ardeola (46). 1999. 129-148
1 hembra de 1º invierno presente en la laguna de Traba hasta el 22 de marzo del mismo año, aunque estuvo ausente en fechas intermedias.
Descripción de Bucephala islándica..........................................................................por Jose Luis Rabuñal Patiño
DÍAS DE OBSERVACIÓN:
26 de enero de 1997; 1, 15 y 16 de febrero; 9 y 22 de marzo. El ave no se hallaba en el lugar cuando lo visité los días 2, 8, 11, 22 y 23 de febrero y 8, 15 y 16 de marzo, pero fue vista allí el 9 de febrero por varios observadores de Vigo (según me informó personalmente Carlos Luciarte, uno de dichos observadores).
LUGAR:
Laguna de Traba (término municipal de Laxe, provincia de A Coruña). Sin embargo, la discontinuidad de la presencia del ave en la laguna indica que, con toda probabilidad, pasó parte del período de estancia en el mar, que está separado de la laguna sólo por las dunas y la playa (no obstante, no pude localizarla en las zonas pateras de las rías de Corme y Laxe y de Camariñas-Muxía, por lo que debía estar en el mar abierto que corresponde al tramo de costa que se extiende entre dichas rías, que es muy rocoso.
HABITAT:
En la laguna solía alimentarse y reposar muy cerca de los bordes de la misma, formados por una densa barrera de vegetación palustre, mostrando cierta querencia como lugar de alimentación por un seno situado en la parte central del borde E de la misma (el situado en el lado opuesto a las dunas y a la playa).
CIRCUNSTANCIAS DE LA OBSERVACIÓN:
El día 26 de enero el tiempo se mantuvo completamente encalmado durante toda la mañana, con cielo despejado. Estas condiciones meteorológicas, muy favorables, se mantuvieron en lo esencial durante todas las jornadas de observación, siendo particularmente óptimas durante la tarde del día 1 de febrero. A finales de diciembre y principios de enero hubo una ola de frío intensa y prolongada, en tanto que el fin de semana anterior al primer contacto soplaron vientos realmente duros de componente W.
Vi al ave por primera vez a media mañana del 26 de enero, a unos 300 metros de distancia del lugar donde había emplazado el telescopio, y supuse que se trataba de un Bucephala clangula, por lo que me acerqué al amparo de la barrera de vegetación palustre del borde W. de la laguna para verla mejor y conseguí alcanzar la orilla a unos 50 metros de la misma o algo menos. Aunque el ave comenzó a alejarse inmediatamente, nadando con rapidez hacia el borde opuesto de la laguna, me llamó extremadamente la atención su perfil cefálico, que correspondía plenamente al propio de Bucephala islandica y que era claramente diferente al de Bucephala clangula (más de lo que podía pensarse). Aunque no recordaba los rasgos básicos para identificar a ambas especies en el caso de individuos hembras o juveniles, cuando abandoné el lugar un par de horas después, estaba prácticamente seguro de que el ave era un Bucephala islandica (previamente había visto varias hembras de Bucephala clangula en la naturaleza, dos de ellas en la misma laguna de Traba, y en ningún caso se me ocurrió siquiera la posibilidad de que pudiera tratarse de Bucephala islandica.
Una vez consultada toda la bibliografía disponible, las observaciones de las jornadas posteriores fueron dedicadas a tratar de comprobar, uno por uno, todos los rasgos distintivos que estaba buscando, consiguiéndolo plenamente gracias a la excelente calidad de las observaciones, que duraron en total 17 horas como mínimo, a veces a menos de 50 metros. Utilicé telescopio de 40 y 60x60 (Nikon ED) y prismáticos (Zeiss), éstos sobre todo para las observaciones con el ave en vuelo, que fueron frecuentes.
26 de enero de 1997; 1, 15 y 16 de febrero; 9 y 22 de marzo. El ave no se hallaba en el lugar cuando lo visité los días 2, 8, 11, 22 y 23 de febrero y 8, 15 y 16 de marzo, pero fue vista allí el 9 de febrero por varios observadores de Vigo (según me informó personalmente Carlos Luciarte, uno de dichos observadores).
LUGAR:
Laguna de Traba (término municipal de Laxe, provincia de A Coruña). Sin embargo, la discontinuidad de la presencia del ave en la laguna indica que, con toda probabilidad, pasó parte del período de estancia en el mar, que está separado de la laguna sólo por las dunas y la playa (no obstante, no pude localizarla en las zonas pateras de las rías de Corme y Laxe y de Camariñas-Muxía, por lo que debía estar en el mar abierto que corresponde al tramo de costa que se extiende entre dichas rías, que es muy rocoso.
HABITAT:
En la laguna solía alimentarse y reposar muy cerca de los bordes de la misma, formados por una densa barrera de vegetación palustre, mostrando cierta querencia como lugar de alimentación por un seno situado en la parte central del borde E de la misma (el situado en el lado opuesto a las dunas y a la playa).
CIRCUNSTANCIAS DE LA OBSERVACIÓN:
El día 26 de enero el tiempo se mantuvo completamente encalmado durante toda la mañana, con cielo despejado. Estas condiciones meteorológicas, muy favorables, se mantuvieron en lo esencial durante todas las jornadas de observación, siendo particularmente óptimas durante la tarde del día 1 de febrero. A finales de diciembre y principios de enero hubo una ola de frío intensa y prolongada, en tanto que el fin de semana anterior al primer contacto soplaron vientos realmente duros de componente W.
Vi al ave por primera vez a media mañana del 26 de enero, a unos 300 metros de distancia del lugar donde había emplazado el telescopio, y supuse que se trataba de un Bucephala clangula, por lo que me acerqué al amparo de la barrera de vegetación palustre del borde W. de la laguna para verla mejor y conseguí alcanzar la orilla a unos 50 metros de la misma o algo menos. Aunque el ave comenzó a alejarse inmediatamente, nadando con rapidez hacia el borde opuesto de la laguna, me llamó extremadamente la atención su perfil cefálico, que correspondía plenamente al propio de Bucephala islandica y que era claramente diferente al de Bucephala clangula (más de lo que podía pensarse). Aunque no recordaba los rasgos básicos para identificar a ambas especies en el caso de individuos hembras o juveniles, cuando abandoné el lugar un par de horas después, estaba prácticamente seguro de que el ave era un Bucephala islandica (previamente había visto varias hembras de Bucephala clangula en la naturaleza, dos de ellas en la misma laguna de Traba, y en ningún caso se me ocurrió siquiera la posibilidad de que pudiera tratarse de Bucephala islandica.
Una vez consultada toda la bibliografía disponible, las observaciones de las jornadas posteriores fueron dedicadas a tratar de comprobar, uno por uno, todos los rasgos distintivos que estaba buscando, consiguiéndolo plenamente gracias a la excelente calidad de las observaciones, que duraron en total 17 horas como mínimo, a veces a menos de 50 metros. Utilicé telescopio de 40 y 60x60 (Nikon ED) y prismáticos (Zeiss), éstos sobre todo para las observaciones con el ave en vuelo, que fueron frecuentes.
DESCRIPCIÓN DEL AVE:
Sexo y edad:
Se trataba, prácticamente con seguridad, de una hembra de primer invierno.
Es sabido que a partir del otoño existe riesgo real de confusión entre hembras adultas, hembras juveniles/primer invierno y machos juveniles/primer invierno de Bucephala islandica ( y también de Bucephala clangula ). No obstante, la observación de este individuo durante un período tan prolongado y que llegó hasta fechas ya relativamente avanzadas permite afirmar, prácticamente con seguridad, que era una hembra de primer invierno. En efecto:
-A la alternativa de un macho de primer invierno puede oponerse la inexistencia absoluta de cualquier vestigio de los siguientes rasgos: 1) color blanco del plumaje delante del ojo, correspondiente al característico diseño en forma de media luna; 2) color blanco, o al menos pálido, en la zona de las escapulares; 3) irisaciones en el plumaje de la cabeza; 4) collar blanco que muestran muchos machos incluso en el plumaje juvenil; 5) plumas blancuzcas en el panel oscuro formado por las cobertoras alares medianas y pequeñas. El articulo de M. Kraft et al. titulado "Identification of Barrow´s and Common Golden eye" (ALULA 2/1997) incluye una fotografía de dos machos de segundo año calendario en el mes de marzo, es decir, dos aves que tenían exactamente la misma edad que el individuo observado durante la ultima fase del período de estancia de éste, mostrando dichas fotografías, diferencias clamorosas e insalvables entre el plumaje de los dos individuos fotografiados y el del individuo observado (pero, fotografía aparte, dicho artículo se refiere además a los rasgos distintivos propios de machos de primer invierno cuya inexistencia en el presente caso ya ha sido relacionada antes, en tanto que S. Cramp et al. (en "Handbook of the birds of Europe, the Middle East and North Africa", volumen I) precisan que el panel oscuro formado por las coberteras alares medianas y pequeñas es más negro en las hembras de dicha edad que en los machos).
-A la alternativa de una hembra adulta puede oponerse lo siguiente: 1) inexistencia de color amarillo en el pico; 2) inexistencia de collar blanco; 3) panel oscuro formado por las cobertoras alares medianas y pequeñas de color intensamente negruzco y totalmente sólido, sin ninguna pluma blancuzca (S.Madge et al. precisan que las hembras juveniles y por lo tanto las de primer invierno, que conservan las plumas juveniles de las alas, tienen dichas coberteras alares más negras que las hembras adultas: "Wildfowl: An identification guide to the ducks, geese and swans of the world"); 4) conservación todavía de parte del plumaje pardusco de la zona analque es propio de los individuos juveniles (S. Cramp et al., en el mismo volumen I citado).
Tamaño y estructura:
Pato buceador de tamaño medio y de estructura compacta y robusta. Comparado directamente con una hembra de Aythya fuligula, si bien con una separación de unos 30 metros entre ambas aves, parecía algo mayor (aunque las grandes diferencias estructurales entre las dos especies dificultaban una comparación precisa de sus respectivas longitudes) y se veía claramente más corpulento, dando una impresión de que debía pesar considerablemente más. Obviamente menor que Anas platyrhynchos, sobre todo en longitud, como pude comprobar mediante muchas comparaciones directas y muy próximas.
Estructura propia de género Bucephala, es decir, con cabeza grande, cuello corto, cuerpo robusto y cola larga. Pero sin perjuicio de tales rasgos genéricos, mostraba algunos rasgos específicos distintivos y sumamente importantes para su identificación:
- Cabeza muy grande, con frente muy alta y empinada, prácticamente vertical, que formaba una convexidad muy notoria en su parte superior, lo que daba un claro y distintivo aspecto abombado a la parte delantera de la cabeza. La máxima altura de todo el perfil cefálico se hallaba justamente en el punto más elevado de la convexidad formada por la frente y correspondía a una vertical situada algo delante del ojo ( rasgo incompatible con Bucephala clangula y meticulosamente comprobado en múltiples ocasiones y en diversas posiciones ). A partir de dicho punto de máxima altura, ésta iba disminuyendo de modo ininterrumpido y regular hasta la nuca, formando un declive suave de línea sensiblemente recta, de manera que el centro del píleo se hallaba incluido en dicho declive y , por lo tanto, tenía menos altura u era más plano que la parte delantera de la cabeza. La nuca tenía un aspecto compacto y como abultado, pareciendo muy intensamente plumada ( lo que destacaba particularmente cuando el ave extendía el cuello), contribuyendo a dar a la cabeza su aspecto masivo y al perfil cefálico su configuración alargada. El diseño del perfil cefálico tendía a ser de forma rectangular ( y no, en absoluto, de forma triangular).
Plumaje:
- Cabeza de color pardo obviamente oscuro, como pardo-chocolate o pardo-tabaco, de tono mate y careciendo absolutamente de cualquier matiz más o menos rojizo.
- Cuello pardusco ( algo grisáceo y más pálido en su parte delantera ), que carecía por completo de collar blanco aunque se insinuaba un diseño poco definido que parecía como una parte de un collar pardusco.
- Manto, escapulares, dorso, obispillo, supracobertoras caudales y cola de color pardo muy oscuro, aunque la cola parecía tener un tono algo grisáceo en su parte inferior.
- Pecho, flancos, y lados del vientre de color pardo-grisáceo, algo más sólido y más grisáceo en el pecho. Parte central del vientre e infracobertoras caudales de color blancuzco en su totalidad, si bien una estrecha banda transversal de color pardusco, de forma muy irregular, cruzaba enteramente la zona anal y algunas marcas irregulares del mismo color se veían en la zona más posterior de la parte central del vientre y junto a los bordes del panel blancuzco formado por las infracobertoras caudales.
- Los principales rasgos de la parte superior del ala extendida eran los siguientes: primarias negruzcas; secundarias y coberteras grandes de color blanco puro, formando una mancha cuadrada blanca cruzada transversalmente por una línea negruzca constituida por las puntas de las coberteras blancas; coberteras medianas y pequeñas de un color negruzco aparentemente igual al de las primarias ( percibido con mayor precisión y detalle en las coberteras medianas, sobre todo cuando el ave se desperezaba con la típica actitud de extender simultáneamente el ala y la pata ), formando un panel muy oscuro y completamente sólido separado separado limpiamente de la mancha cuadrada blanca referida, con un contraste muy llamativo. Aunque las hembras de Bucephala clangula pueden carecer de color blanco en las coberteras medianas durante su primer invierno, es impensable que dichas plumas puedan formar un panel tan intensa y sólidamente oscuro como el que mostraba el individuo observado ( al respecto, S. Madge et al. precisan lo siguiente en la misma obra antes citada: "Juvenile Barrow´s has blacker upperwing-coverts than juvenile Common", diciendo más adelante en la descripción del individuo juvenil que "resembles summer female, but upperwing-coverts blacker"). Cuando el ave flotaba en el agua con el ala cerrada, era perfectamente visible la referida mancha alar blanca cruzada por la línea negruzca formada por las puntas de las coberteras grandes.
- La parte inferior del ala extendida y las axilares mostraban color pardo grisáceo similar al de los flanos pero algo más sólido y oscuro, si bien era perfectamente visible el color blanco de las secundarias (aunque no, naturalmente, el de las coberteras grandes de la parte superior del ala).
Partes no plumadas:
- Iris de color amarillo, pero de tono mate y relativamente oscuro.
- Patas de color pardusco, mostrando solo un tenue matiz amarillento poco definido y no completamente homogéneo, ya que en la parte inferior, y sobre todo en los pies, mostraba un matiz que parecía mas bien como carne de tono muy mate y apagado.
- Pico de estructura ya descrita. Era de color negruzco, aunque al principio del período de estancia mostraba como un color pardusco casi imperceptible en la zona comprendida entre la uña del extremo apical y las narinas y en el borde inferior de la parte basal de la mandíbula inferior, en tanto que al final del período de estancia se veía más uniformemente negruzco, si bien mostraba algo de color pardusco ( más perceptible que antes ) en los lados de la parte basal de la mandíbula inferior.
Voz:
En las dos ocasiones en que levantó el vuelo emitió un reclamo bisilábico breve, de corto alcance, ronco y de tono grave. Es difícil intentar reproducirlo por escrito y se corre el riesgo de hacerlo de forma imprecisa, pero me pareció como un "grak, grak" o "grek, grek" ronco y apagado. Durante el período de estancia no pude oír su voz en más ocasiones.
Sexo y edad:
Se trataba, prácticamente con seguridad, de una hembra de primer invierno.
Es sabido que a partir del otoño existe riesgo real de confusión entre hembras adultas, hembras juveniles/primer invierno y machos juveniles/primer invierno de Bucephala islandica ( y también de Bucephala clangula ). No obstante, la observación de este individuo durante un período tan prolongado y que llegó hasta fechas ya relativamente avanzadas permite afirmar, prácticamente con seguridad, que era una hembra de primer invierno. En efecto:
-A la alternativa de un macho de primer invierno puede oponerse la inexistencia absoluta de cualquier vestigio de los siguientes rasgos: 1) color blanco del plumaje delante del ojo, correspondiente al característico diseño en forma de media luna; 2) color blanco, o al menos pálido, en la zona de las escapulares; 3) irisaciones en el plumaje de la cabeza; 4) collar blanco que muestran muchos machos incluso en el plumaje juvenil; 5) plumas blancuzcas en el panel oscuro formado por las cobertoras alares medianas y pequeñas. El articulo de M. Kraft et al. titulado "Identification of Barrow´s and Common Golden eye" (ALULA 2/1997) incluye una fotografía de dos machos de segundo año calendario en el mes de marzo, es decir, dos aves que tenían exactamente la misma edad que el individuo observado durante la ultima fase del período de estancia de éste, mostrando dichas fotografías, diferencias clamorosas e insalvables entre el plumaje de los dos individuos fotografiados y el del individuo observado (pero, fotografía aparte, dicho artículo se refiere además a los rasgos distintivos propios de machos de primer invierno cuya inexistencia en el presente caso ya ha sido relacionada antes, en tanto que S. Cramp et al. (en "Handbook of the birds of Europe, the Middle East and North Africa", volumen I) precisan que el panel oscuro formado por las coberteras alares medianas y pequeñas es más negro en las hembras de dicha edad que en los machos).
-A la alternativa de una hembra adulta puede oponerse lo siguiente: 1) inexistencia de color amarillo en el pico; 2) inexistencia de collar blanco; 3) panel oscuro formado por las cobertoras alares medianas y pequeñas de color intensamente negruzco y totalmente sólido, sin ninguna pluma blancuzca (S.Madge et al. precisan que las hembras juveniles y por lo tanto las de primer invierno, que conservan las plumas juveniles de las alas, tienen dichas coberteras alares más negras que las hembras adultas: "Wildfowl: An identification guide to the ducks, geese and swans of the world"); 4) conservación todavía de parte del plumaje pardusco de la zona analque es propio de los individuos juveniles (S. Cramp et al., en el mismo volumen I citado).
Tamaño y estructura:
Pato buceador de tamaño medio y de estructura compacta y robusta. Comparado directamente con una hembra de Aythya fuligula, si bien con una separación de unos 30 metros entre ambas aves, parecía algo mayor (aunque las grandes diferencias estructurales entre las dos especies dificultaban una comparación precisa de sus respectivas longitudes) y se veía claramente más corpulento, dando una impresión de que debía pesar considerablemente más. Obviamente menor que Anas platyrhynchos, sobre todo en longitud, como pude comprobar mediante muchas comparaciones directas y muy próximas.
Estructura propia de género Bucephala, es decir, con cabeza grande, cuello corto, cuerpo robusto y cola larga. Pero sin perjuicio de tales rasgos genéricos, mostraba algunos rasgos específicos distintivos y sumamente importantes para su identificación:
- Cabeza muy grande, con frente muy alta y empinada, prácticamente vertical, que formaba una convexidad muy notoria en su parte superior, lo que daba un claro y distintivo aspecto abombado a la parte delantera de la cabeza. La máxima altura de todo el perfil cefálico se hallaba justamente en el punto más elevado de la convexidad formada por la frente y correspondía a una vertical situada algo delante del ojo ( rasgo incompatible con Bucephala clangula y meticulosamente comprobado en múltiples ocasiones y en diversas posiciones ). A partir de dicho punto de máxima altura, ésta iba disminuyendo de modo ininterrumpido y regular hasta la nuca, formando un declive suave de línea sensiblemente recta, de manera que el centro del píleo se hallaba incluido en dicho declive y , por lo tanto, tenía menos altura u era más plano que la parte delantera de la cabeza. La nuca tenía un aspecto compacto y como abultado, pareciendo muy intensamente plumada ( lo que destacaba particularmente cuando el ave extendía el cuello), contribuyendo a dar a la cabeza su aspecto masivo y al perfil cefálico su configuración alargada. El diseño del perfil cefálico tendía a ser de forma rectangular ( y no, en absoluto, de forma triangular).
Plumaje:
- Cabeza de color pardo obviamente oscuro, como pardo-chocolate o pardo-tabaco, de tono mate y careciendo absolutamente de cualquier matiz más o menos rojizo.
- Cuello pardusco ( algo grisáceo y más pálido en su parte delantera ), que carecía por completo de collar blanco aunque se insinuaba un diseño poco definido que parecía como una parte de un collar pardusco.
- Manto, escapulares, dorso, obispillo, supracobertoras caudales y cola de color pardo muy oscuro, aunque la cola parecía tener un tono algo grisáceo en su parte inferior.
- Pecho, flancos, y lados del vientre de color pardo-grisáceo, algo más sólido y más grisáceo en el pecho. Parte central del vientre e infracobertoras caudales de color blancuzco en su totalidad, si bien una estrecha banda transversal de color pardusco, de forma muy irregular, cruzaba enteramente la zona anal y algunas marcas irregulares del mismo color se veían en la zona más posterior de la parte central del vientre y junto a los bordes del panel blancuzco formado por las infracobertoras caudales.
- Los principales rasgos de la parte superior del ala extendida eran los siguientes: primarias negruzcas; secundarias y coberteras grandes de color blanco puro, formando una mancha cuadrada blanca cruzada transversalmente por una línea negruzca constituida por las puntas de las coberteras blancas; coberteras medianas y pequeñas de un color negruzco aparentemente igual al de las primarias ( percibido con mayor precisión y detalle en las coberteras medianas, sobre todo cuando el ave se desperezaba con la típica actitud de extender simultáneamente el ala y la pata ), formando un panel muy oscuro y completamente sólido separado separado limpiamente de la mancha cuadrada blanca referida, con un contraste muy llamativo. Aunque las hembras de Bucephala clangula pueden carecer de color blanco en las coberteras medianas durante su primer invierno, es impensable que dichas plumas puedan formar un panel tan intensa y sólidamente oscuro como el que mostraba el individuo observado ( al respecto, S. Madge et al. precisan lo siguiente en la misma obra antes citada: "Juvenile Barrow´s has blacker upperwing-coverts than juvenile Common", diciendo más adelante en la descripción del individuo juvenil que "resembles summer female, but upperwing-coverts blacker"). Cuando el ave flotaba en el agua con el ala cerrada, era perfectamente visible la referida mancha alar blanca cruzada por la línea negruzca formada por las puntas de las coberteras grandes.
- La parte inferior del ala extendida y las axilares mostraban color pardo grisáceo similar al de los flanos pero algo más sólido y oscuro, si bien era perfectamente visible el color blanco de las secundarias (aunque no, naturalmente, el de las coberteras grandes de la parte superior del ala).
Partes no plumadas:
- Iris de color amarillo, pero de tono mate y relativamente oscuro.
- Patas de color pardusco, mostrando solo un tenue matiz amarillento poco definido y no completamente homogéneo, ya que en la parte inferior, y sobre todo en los pies, mostraba un matiz que parecía mas bien como carne de tono muy mate y apagado.
- Pico de estructura ya descrita. Era de color negruzco, aunque al principio del período de estancia mostraba como un color pardusco casi imperceptible en la zona comprendida entre la uña del extremo apical y las narinas y en el borde inferior de la parte basal de la mandíbula inferior, en tanto que al final del período de estancia se veía más uniformemente negruzco, si bien mostraba algo de color pardusco ( más perceptible que antes ) en los lados de la parte basal de la mandíbula inferior.
Voz:
En las dos ocasiones en que levantó el vuelo emitió un reclamo bisilábico breve, de corto alcance, ronco y de tono grave. Es difícil intentar reproducirlo por escrito y se corre el riesgo de hacerlo de forma imprecisa, pero me pareció como un "grak, grak" o "grek, grek" ronco y apagado. Durante el período de estancia no pude oír su voz en más ocasiones.
Conducta:
- Actitudes de alimentación típicas del género Bucephala, buceando continuamente con inmersiones que solían duran entre 10 y 15 segundos ( la laguna es actualmente poco profunda a causa de la colectación ), emergiendo a veces con alimento vegetal en el pico.
- No buscaba la proximidad de las demás anátidas presentes en la laguna aunque tampoco la evitaba, por lo que a veces se hallaba entre Anas platyrhynchos y Anas crecca pero sin que existiera asociación alguna con estas especies.
- Con respecto al observador, su actitud era claramente recelosa y reaccionaba tan pronto como advertía mi presencia, incluso a distancias de unos 200 metros, ya que interrumpía sus inmersiones y permanecía expectante, si bien reanudaba sus inmersiones al poco tiempo si yo me mantenía a dichas distancias. Si me aproximaba iniciaba inmediatamente la retirada y, cuando se hallaba en aguas abiertas, se alejaba siempre nadando de forma más o menos apresurada pero sin levantar el vuelo, incluso cuando me descubría inmóvil entre la vegetación de la laguna a distancias cortas. Sin embargo, cuando se hallaba en el interior de alguno de los senos formados por la barrera de vegetación palustre del borde E. de la laguna, en aguas relativamente confinadas, el ave mostraba evidentes signos de temor ante mi presencia en la orilla opuesta aunque yo permaneciera inmóvil, comenzando a nadar apresuradamente en una dirección para cambiar súbitamente a otra y así sucesivamente, como si no supiera qué hacer, unas veces extendiendo el cuello hacia arriba ( en una típica actitud de alarma ) y otras veces dando como "cabezazos" espasmódicos con el cuello extendido hacia delante, hasta que terminaba invariablemente por levantar el vuelo al poco tiempo huyendo hacia aguas abiertas, en donde ya se mostraba más o menos recelosa o alarmada pero no claramente atemorizada ante mi presencia. El día 15 de febrero, esta reacción del ave tuvo lugar cuando me vió en la orilla opuesta pese a que me hallaba probablemente a más de 100 metros de distancia y a que me mantenía completamente inmóvil, terminando por levantar el vuelo al poco tiempo mientras los Anas platyrhynchos y Anas crecca entre los que se hallaba en aquel momento simplemente mostraron actitudes de alarma pero no llegaron a levantar el vuelo ( a pesar de que las aves de estas especies son particularmente desconfiadas en la laguna de Traba a causa de la pequeña extensión y de la configuración de ésta, que les permiten mantener la distancia de seguridad sólo en unas pocas zonas de la misma).
- Actitudes de alimentación típicas del género Bucephala, buceando continuamente con inmersiones que solían duran entre 10 y 15 segundos ( la laguna es actualmente poco profunda a causa de la colectación ), emergiendo a veces con alimento vegetal en el pico.
- No buscaba la proximidad de las demás anátidas presentes en la laguna aunque tampoco la evitaba, por lo que a veces se hallaba entre Anas platyrhynchos y Anas crecca pero sin que existiera asociación alguna con estas especies.
- Con respecto al observador, su actitud era claramente recelosa y reaccionaba tan pronto como advertía mi presencia, incluso a distancias de unos 200 metros, ya que interrumpía sus inmersiones y permanecía expectante, si bien reanudaba sus inmersiones al poco tiempo si yo me mantenía a dichas distancias. Si me aproximaba iniciaba inmediatamente la retirada y, cuando se hallaba en aguas abiertas, se alejaba siempre nadando de forma más o menos apresurada pero sin levantar el vuelo, incluso cuando me descubría inmóvil entre la vegetación de la laguna a distancias cortas. Sin embargo, cuando se hallaba en el interior de alguno de los senos formados por la barrera de vegetación palustre del borde E. de la laguna, en aguas relativamente confinadas, el ave mostraba evidentes signos de temor ante mi presencia en la orilla opuesta aunque yo permaneciera inmóvil, comenzando a nadar apresuradamente en una dirección para cambiar súbitamente a otra y así sucesivamente, como si no supiera qué hacer, unas veces extendiendo el cuello hacia arriba ( en una típica actitud de alarma ) y otras veces dando como "cabezazos" espasmódicos con el cuello extendido hacia delante, hasta que terminaba invariablemente por levantar el vuelo al poco tiempo huyendo hacia aguas abiertas, en donde ya se mostraba más o menos recelosa o alarmada pero no claramente atemorizada ante mi presencia. El día 15 de febrero, esta reacción del ave tuvo lugar cuando me vió en la orilla opuesta pese a que me hallaba probablemente a más de 100 metros de distancia y a que me mantenía completamente inmóvil, terminando por levantar el vuelo al poco tiempo mientras los Anas platyrhynchos y Anas crecca entre los que se hallaba en aquel momento simplemente mostraron actitudes de alarma pero no llegaron a levantar el vuelo ( a pesar de que las aves de estas especies son particularmente desconfiadas en la laguna de Traba a causa de la pequeña extensión y de la configuración de ésta, que les permiten mantener la distancia de seguridad sólo en unas pocas zonas de la misma).
COMENTARIO
La presencia de un individuo de Bucephala islandica en la Península Ibérica plantea inevitablemente la cuestión de su procedencia.
En el caso que se considera, el individuo observado carecía de anillas o de cualesquiera otras marcas que pudieran asegurar su procedencia, ya fuera ésta doméstica o silvestre, por lo que resulta imposible resolver dicha cuestión con seguridad.
Sin embargo, y partiendo de la base de que la seguridad es imposible, creo que es muy probable que el individuo observado fuera de procedencia silvestre. En efecto:
- Se trataba de un individo de primer invierno ( como es sabido, los individuos de esta edad son mucho menos frecuentes que los adultos en las colecciones, sobre todo los pertenecientes a algunos géneros como el propio genero Bucephala, y son mucho más proclives a realizar fraudes desplazamientos erráticos).
- La época de llegada responde perfectamente a la que cabría esperar de un individuo de procedencia silvestre ( por lo que se refiere a especies de similares características y presumiblemente del mismo origen geográfico, personalmente tengo registrada la llegada de un Melanitta perpicillata a principios de diciembre, de dos más a finales de diciembre y de otro a finales de enero, así como de un Bucephala albeola a finales de diciembre ), y lo mismo cabe decir de la época de partida después de una estancia invernal consolidada). Un individuo de procedencia doméstica podría llegar y seguir o partir en cualquier época del año.
- La laguna de Traba está situada en una zona remota y alejada de poblaciones en las que existan colecciones de aves ( y no digamos de colecciones que incluyan esta especie), por lo que es objetivamente poco probable que lleguen a ella aves escapadas de colecciones. Por el contrario, la experiencia demuestra año tras año que su situación es extremadamente favorable para recibir aves divagantes, sobre todo de origen neártico.
- La conducta del individuo observado respondía en todo a la de un individuo de procedencia silvestre. Particularmente sus reacciones de temor ante el observador mostrando las aparatosas actitudes de alarma antes descritas y llegando a levantar el vuelo antes que las anátidas silvestres de la laguna ( o incluso aunque estas no llegasen a levantar en absoluto ) parecen impensables en un individuo de procedencia domestica, máxime tratándose de un joven de primer invierno.
- Si este individuo fuera realmente de procedencia silvestre, como me parece muy probable, su origen geográfico sería neártico prácticamente con seguridad. Al respecto, es bien conocido que la escasa población islandesa de esta especie es totalmente sedentaria en tanto que la población norteamericana ( de la costa atlántica en este caso ) es migradora, aunque no sea una típica miradora de larga distancia, por lo que la bibliografía atribuye a esta población norteamericana los casos de presencia natural de esta especie en el occidente europeo ( así como la posibilidad de que se produzcan nuevos casos de dicha presencia natural ). Por otra parte, en el mismo invierno en que apareció el individuo observado parece que existieron condiciones favorables para la llegada de aves de origen neártico, como lo demuestra la aparición en la misma zona de 1 Melanitta perspicillata, 1 Larus atricilla y 1 Larus delawarensis, todos ellos observados personalmente.
OBSERVADOR: José Luis Rabuñal Patiño
La presencia de un individuo de Bucephala islandica en la Península Ibérica plantea inevitablemente la cuestión de su procedencia.
En el caso que se considera, el individuo observado carecía de anillas o de cualesquiera otras marcas que pudieran asegurar su procedencia, ya fuera ésta doméstica o silvestre, por lo que resulta imposible resolver dicha cuestión con seguridad.
Sin embargo, y partiendo de la base de que la seguridad es imposible, creo que es muy probable que el individuo observado fuera de procedencia silvestre. En efecto:
- Se trataba de un individo de primer invierno ( como es sabido, los individuos de esta edad son mucho menos frecuentes que los adultos en las colecciones, sobre todo los pertenecientes a algunos géneros como el propio genero Bucephala, y son mucho más proclives a realizar fraudes desplazamientos erráticos).
- La época de llegada responde perfectamente a la que cabría esperar de un individuo de procedencia silvestre ( por lo que se refiere a especies de similares características y presumiblemente del mismo origen geográfico, personalmente tengo registrada la llegada de un Melanitta perpicillata a principios de diciembre, de dos más a finales de diciembre y de otro a finales de enero, así como de un Bucephala albeola a finales de diciembre ), y lo mismo cabe decir de la época de partida después de una estancia invernal consolidada). Un individuo de procedencia doméstica podría llegar y seguir o partir en cualquier época del año.
- La laguna de Traba está situada en una zona remota y alejada de poblaciones en las que existan colecciones de aves ( y no digamos de colecciones que incluyan esta especie), por lo que es objetivamente poco probable que lleguen a ella aves escapadas de colecciones. Por el contrario, la experiencia demuestra año tras año que su situación es extremadamente favorable para recibir aves divagantes, sobre todo de origen neártico.
- La conducta del individuo observado respondía en todo a la de un individuo de procedencia silvestre. Particularmente sus reacciones de temor ante el observador mostrando las aparatosas actitudes de alarma antes descritas y llegando a levantar el vuelo antes que las anátidas silvestres de la laguna ( o incluso aunque estas no llegasen a levantar en absoluto ) parecen impensables en un individuo de procedencia domestica, máxime tratándose de un joven de primer invierno.
- Si este individuo fuera realmente de procedencia silvestre, como me parece muy probable, su origen geográfico sería neártico prácticamente con seguridad. Al respecto, es bien conocido que la escasa población islandesa de esta especie es totalmente sedentaria en tanto que la población norteamericana ( de la costa atlántica en este caso ) es migradora, aunque no sea una típica miradora de larga distancia, por lo que la bibliografía atribuye a esta población norteamericana los casos de presencia natural de esta especie en el occidente europeo ( así como la posibilidad de que se produzcan nuevos casos de dicha presencia natural ). Por otra parte, en el mismo invierno en que apareció el individuo observado parece que existieron condiciones favorables para la llegada de aves de origen neártico, como lo demuestra la aparición en la misma zona de 1 Melanitta perspicillata, 1 Larus atricilla y 1 Larus delawarensis, todos ellos observados personalmente.
OBSERVADOR: José Luis Rabuñal Patiño