Contrapartida americana de nuestro chorlitejo grande Charadrius hiaticula, el chorlitejo semipalmeado cría en Alaska y a lo largo de la tundra ártica de Canadá. Inverna en el sur de EEUU, Centroamérica y en toda Sudamérica. Es un migrador de larga distancia que ha sido citado en contadas ocasiones en el Viejo Mundo. Su aspecto extremadamente similar a Charadrius hiaticula puede hacerlo pasar desapercibido y es posible que no sea tan extremadamente raro como divagante. El meticuloso ojo de José Luis Rabuñal ha proporcionado las 4 únicas observaciones de la especie en la Peninsula Ibérica.
Referencias:
*Beaman, M., Madge, S. Aves de Europa, Norte de Africa y Próximo Oriente ©1998. Ediciones Omega. Barcelona *Penas Patiño, X.M., Pedreira López, C. y Silvar, C. (1991) Guía das Aves de Galicia. Bahía Edicións. *Lewington, I., Alstrom. P. & Colston. P. (1991). A Field Guide to the Rare Birds of Britain and Europe. ©Domino Books Ltd 1991. 7 Bond Street, Jersey *del Hoyo, J., Elliot, A. & Sargatal, J. eds (1996). Handbook of the Birds of the World. Vol. 3. Hoatzin to Auks. Lynx Edicions, Barcelona. |
Gutiérrez, P. (2020). El chorlitejo semipalmeado en Galicia: compilación de citas. En: web BirdersCove
Agradecimientos:
José Luis Rabuñal Patiño y Xabi Varela Varela
José Luis Rabuñal Patiño y Xabi Varela Varela
Charadrius semipalmatus 4
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 4 de octubre de 2004
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: Homologada en: De Juana, E. y el Comité de Rarezas de la Sociedad Española de ornitología, Observaciones de aves raras en España, 2004. Ardeola 53(1), 2006.
1 ave juvenil en la Ensenada da Insua.
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 4 de octubre de 2004
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: Homologada en: De Juana, E. y el Comité de Rarezas de la Sociedad Española de ornitología, Observaciones de aves raras en España, 2004. Ardeola 53(1), 2006.
1 ave juvenil en la Ensenada da Insua.
Charadrius semipalmatus 3
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 4 de septiembre de 1999
Donde: Laxe (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología. Observaciones de aves raras en España, año 1999. Ardeola 48(1), 2001, 117-136
1 ave juvenil en la laguna de Traba. También el día 10 de septiembre de 1999.
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 4 de septiembre de 1999
Donde: Laxe (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología. Observaciones de aves raras en España, año 1999. Ardeola 48(1), 2001, 117-136
1 ave juvenil en la laguna de Traba. También el día 10 de septiembre de 1999.
Charadrius semipalmatus 2
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 13 de mayo de 1990
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el Comité Ibérico de rarezas de la Sociedad española de Ornitología. Observaciones Homologadas de aves raras en España y Portugal. Informe de 1990. Ardeola 39 (1). 1992.
1 ave de 1ºverano presente en el estuario entre el 13 de mayo y el 15 de agosto de 1990
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 13 de mayo de 1990
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el Comité Ibérico de rarezas de la Sociedad española de Ornitología. Observaciones Homologadas de aves raras en España y Portugal. Informe de 1990. Ardeola 39 (1). 1992.
1 ave de 1ºverano presente en el estuario entre el 13 de mayo y el 15 de agosto de 1990
Charadrius semipalmatus 1
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 17 de julio de 1988
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el comité Ibérico de rarezas de la S.E.O Observaciones de aves raras homologadas en España y Portugal. Informe de 1988. Ardeola 37(1), 1990, 107-125
1 adulto nupcial en la ensenada de A Insua. Extraordinaria observación que supone la primera cita de esta especie en España.
Comentario del informe del Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología:
(Norteamérica.) Primera observación en la Peninsula Ibérica y, al parecer, tercera que tiene lugar en el Paleártico Occidental después de una de septiembre de 1972 en las islas Azores y de otra de octubre-noviembre de 1978 en las Scilly, Inglaterra (Birds of rhe Wesrern Palearcric). Tan pocas citas en esta orilla del Atlántico podrían tener que ver con el gran parecido que esta especie presenta con el Chorlitejo Grande Charadrius hiaticula. Pese a ello, la descripción enviada por José Luis Rabuñal no deja resquicio alguno a posibles dudas (y merece por ello felicitaciones). La fecha del registro se corresponde con el inicio de la migración posnupcial que, como es sabido, en los limícolas de altas latitudes suele empezar muy pronto, especialmente entre los adultos.
A continuación reproducimos la extraordinaria descripción de José Luis Rabuñal:
Habitat:
"El ave se encontraba en la orilla Norte del estuario, cerca de la barra de arena contigua a la entrada de éste. Se alimentaba o descansaba principalmente en la misma orilla (con vegetación herbácea rasa y pobre y algunas manchas de Salicornia incipiente, aunque con bastantes acúmulos de Ulva arrastrados por la marea), permaneciendo siempre frente a las dunas, pero hacía frecuentes incursiones en la zona intertidal que, en aquel lugar, carece totalmente de vegetación (aunque el día de la observación había bastantes restos de Ulva), hallándose en seco en la parte más próxima a la orilla y con una capa de agua muy somera algo más lejos de la misma. Se trata de un lugar muy frecuentado por Charadrius hiaticula, constituyendo un hábitat típico de esta especie"
CIRCUNSTANCIAS DE LA OBSERVACIÓN:
"Condiciones meteorológicas favorables, con cielo semicubierto a primera hora y despejando por completo a partir de las 11 horas. Aproximadamente desde las 9:30 sopló un viento del NE moderado, con algunas rachas bastante fuertes a lo largo de la jornada, pero ello no obstaculizó el desarrollo de las observaciones. Durante la semana precedente, la situación meteorológica fue básicamente anticiclónica, con predominio de vientos del NE, (que fueron duros el día 15). En la primera semana del mes, predominaron los vientos del W, con penetración de frentes y frecuentes lluvias.
El contacto con el ave se produjo alrededor de las 7:50 horas, durando ininterrumpidamente hasta las 14:38 horas. A aquella hora me encontraba tendido en las dunas, haciendo un recuento de aves congregadas en la orilla, debido a la pleamar, cuando escuché un reclamo extraño, que era emitido desde el aire en forma reiterada y que sonaba como “chu-vit” o chu-it”, con las dos sílabas bien marcadas. Casi inmediatamente, pude ver a una pequeña limícola que sobrevolaba el lugar en el que se encontraban posadas las aves que estaba observando, emitiendo dichos reclamos reclamos hasta que descendió y se posó al lado de seis Numenius phaeopus; inmediatamente, la observé con los prismáticos y vi que, aparentemente, se trataba de un Charadrius hiaticula adulto, lo que me desconcertó por completo en un primer momento, porque los reclamos escuchados eran de imposible asimilación a los conocidísimos reclamos de esta especie, que son absolutamente diferentes en todos los aspectos. Sin embargo, pronto recordé haber leído que el reclamo de Charadrius semipalmatus recuerda al de Tringa erythropus, lo que me hizo reparar en que el reclamo que había oído repetidamente se parecía, en efecto, al de esta ultima especie, siendo de estructura casi idéntica aunque menos potente y vibrante y con diferencias de timbre; esta circunstancia me alertó, unida al hecho de que, sencillamente, parecía imposible la posibilidad de que se tratara de dicha especie neártica, a lo que se unió el dato de que su tamaño me pareció demasiado pequeño para tratarse de Charadrius hiaticula, viéndose el ave demasiado diminuta en comparación directa con los Numenius phaeopus y con un Pluvialis squatarola de primer verano.
Como resultado de mi primer intento de aproximación se produjo un levantamiento conjunto y confuso, pero el ave observada se posó de nuevo muy cerca del mismo lugar, próxima a un bando de Larus ridibundus, un Pluvialis squatarola (el ya citado), un calidris alpina (adulto) y un Charadrius hiaticula (un individuo juvenil, que era precisamente el primero observado en la presente temporada). La siguiente aproximación, muy cuidadosa, no llegó a provocar el levantamiento del Calidris alpina, del Charadrius hiaticula y del ave observada, que quedaron aislados a partir de dicho momento, lo que posibilitó que las observaciones pudieran ser sumamente detalladas, permaneciendo ambos Charadrius estrechamente asociados durante todo el tiempo de duración de las mismas, en tanto que el Calidris alpina permaneció en su compañía durante más de la mitad de dicho tiempo.
Las aves permanecieron casi constantemente en el suelo, pero también se levantaron unas 12 veces, realizando vuelos entre treinta y cien metros, salvo en el levantamiento final, en el que ambos Charadrius se alejaron hasta el canal principal, en cuya orilla se posaron. Las observaciones fueron hechas casi siempre a distancias entre diez y quince metros, y ello, unido a su duración de casi siete horas sin interrupción, hizo que fueran sumamente meticulosas y detalladas, tomando siempre cómo referencia la comparación directa con el Charadrius hiaticula juvenil y en comparación “de memoria” con los individuos adultos de esta especie en plumaje de verano, cuyos rasgos son bien conocidos."
Las observaciones fueron realizadas exclusivamente con prismáticos de 10x40 Zeiss.
DESCRIPCIÓN DEL AVE:
Edad
"Individuo adulto, en plumaje de verano. A juzgar por su pequeño tamaño y por algunos detalles de su plumaje (especialmente la inexistencia de plumas de color pardo en la banda pectoral y en la máscara facial, y la de cualquier clase de mancha de color blanco encima o detrás del ojo) debía tratarse de un macho. Debe resaltarse que los individuos adultos de Charadrius semipalmatus pueden iniciar los movimientos migratorios otoñales ya a principios del mes de julio."
Tamaño y estructura
"Tamaño claramente inferior a Charadrius hiaticula, siendo ello perceptible incluso antes de poder efectuar la comparación directa. Visto al lado del individuo juvenil de esta especie que lo acompañaba, la diferencia era llamativa tanto en el suelo como en vuelo, hasta el punto de que, en mi estimación el volumen del Charadrius semipalmatus debía ser aproximadamente un 75% (o solo muy poco más) del volumen del Charadrius hiaticula. En vuelo, la diferencia de tamaño era notoria y manifiesta vistas las aves desde cualquier posición.
Estructura similar a la de Charadrius hiaticula, pero con algunas diferencias útiles a efectos de identificación, que se relacionan a continuación:
Plumaje
"En conjunto, y tanto en diseño como en color, plumaje muy similar al del adulto de Charadrius hiaticula en verano (hasta el punto de ser necesaria una observación cuidadosa para evitar la confusión) pero con algunas diferencias notables, cómo se verá a continuación:
Partes no emplumadas
"Anillo ocular notorio, de color muy amarillo puro, muy conspicuo a corta distancia al contrastar con el color negro de la misma máscara facial y con el color pardo muy oscuro del iris.
Pico grueso y muy corto, de color amarilllo-naranja, con color negro en la punta que se extendía a la mayor parte de la mitad distal.
Patas del mismo color amarillo-naranja, aunque con una tonalidad algo más mate que la que es típica de los machos de Charadrius hiaticula en plumaje de verano.
Membranas interdigitales (palmeaduras) conspicuas, tanto entre el dedo medio y externo, como entre el dedo medio y el interno. Ambas membranas eran sin duda notablemente extensas, siendo visibles a bastante distancia cuando la posición era favorable. No obstante, y pese a intentarlo reiteradamente, no me fue posible realizar una observación adecuada para comparar debidamente sus respectivos tamaños ni para determinar su extensión en relación con la longitud de los dedos, al no poder conseguir un ángulo de observación idóneo para ello, además de los inconvenientes que supusieron los movimientos del ave y la fina capa de agua y acúmulos de Ulva que cubrían parte de la zona."
Voz
"Sumamente distintiva, siendo un importantísimo dato para la identificación por resultar de imposible confusión con la de Charadrius hiaticula, siendo las voces de ambas especies sorprendentemente diferentes en todos los aspectos. Pude captar la emisión de tres reclamos diferentes, cuya descripción es la siguiente:
-Reclamo de vuelo emitido reiteradamente mientras el ave se acercaba y sobrevolaba el lugar en el que se posó cuando contacté con ella por primera vez. Sonaba claramente como “chu-vit” o “chu-it”, recordándome por su estructura el típico reclamo de vuelo de Tringa erythropus; era muy claramente bisilábico, de bastante alcance y de tono agudo, careciendo totalmente del conocidísimo timbre musical y melifluo de la voz de Charadrius hiaticula.
-Reclamo emitido en vuelo en algunas ocasiones (probablemnte en tres), después de haber sido levantada el ave por mi aproximación. No fue emitido en el momento de levantar, sino ya en pleno vuelo. Sonaba como “chic-chic…” recordándome al reclamo en vuelo de Calidris alba, pero pareciéndome claramente menos potente, menos áspero y más suave que éste.
-Reclamo que parecía de alarma o inquietud, que fue emitido en algunas ocasiones (indudablemente en pocas, aunque no puedo precisar el número exacto) en el momento de levantar ante mi aproximación. Sonaba como un “Keóp” o “Kióp” fuertemente gutural (hasta parecerme alguna vez que sonaba más bien como “gueóp” o “guióp”, áspero y como algo ronco, careciendo absolutamente de toda musicalidad. En un determinado momento pude comparar en condiciones excepcionalmente buenas este sonido con el reclamo de inquietud del Charadrius hiaticula presente, ocurriendo que, estando yo muy cerca, el Charadrius hiaticula emitió desde el suelo su típico “tuuuii” de inquietud, musical y melifluo, contestando el Charadrius semipalmatus, que estaba sólo algunos metros de la otra ave, con su áspero “keóp”; nuevamente emitió su reclamo el Charadrius hiaticula y nuevamente contestó el Charadrius semipalmatus, y así hasta una decena de veces aproximadamente, no concluyendo esta “conversación” entre ambas aves hasta que el Charadrius hiaticula dejó de emitir su reclamo, seguramente tranquilizado por mi inmovilidad. El contraste entre ambos sonidos era enorme, resultando sorprendente y pareciendo casi increíble que dos aves tan similares pudieran emitir un reclamo tan sumamente diferente en todos los aspectos."
Conducta
"Actitudes similares en todo a las de Charadrius hiaticula, alimentándose de idéntica forma. El ave se alimentaba frecuentemente, pero también sesteaba en la orilla, normalmente manteniéndose en pie (mostrando entonces a la perfección sus características estructurales), pero también echándose brevemente en algunas ocasiones, normalmente al abrigo de un acúmulo de Ulva. Se mostraba indudablemente confiado para tratarse de un Charadrius adulto, aguantando bien mis aproximaciones, pero reaccionaba antes que el Charadrius hiaticula juvenil, mostrandose algo más activo, inquieto y desconfiado que éste. Normalmente se resistía a levantar el vuelo ante mi aproximación, prefiriendo casi siempre intentar mantener la distancia caminando."
Jose Luis Rabuñal Patiño
HOMOLOGADO CR/SEO
Cuando: 17 de julio de 1988
Donde: Ponteceso-Cabana (A Coruña)
Encontrado por: José Luis Rabuñal Patiño
Información: De Juana, E. y el comité Ibérico de rarezas de la S.E.O Observaciones de aves raras homologadas en España y Portugal. Informe de 1988. Ardeola 37(1), 1990, 107-125
1 adulto nupcial en la ensenada de A Insua. Extraordinaria observación que supone la primera cita de esta especie en España.
Comentario del informe del Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología:
(Norteamérica.) Primera observación en la Peninsula Ibérica y, al parecer, tercera que tiene lugar en el Paleártico Occidental después de una de septiembre de 1972 en las islas Azores y de otra de octubre-noviembre de 1978 en las Scilly, Inglaterra (Birds of rhe Wesrern Palearcric). Tan pocas citas en esta orilla del Atlántico podrían tener que ver con el gran parecido que esta especie presenta con el Chorlitejo Grande Charadrius hiaticula. Pese a ello, la descripción enviada por José Luis Rabuñal no deja resquicio alguno a posibles dudas (y merece por ello felicitaciones). La fecha del registro se corresponde con el inicio de la migración posnupcial que, como es sabido, en los limícolas de altas latitudes suele empezar muy pronto, especialmente entre los adultos.
A continuación reproducimos la extraordinaria descripción de José Luis Rabuñal:
Habitat:
"El ave se encontraba en la orilla Norte del estuario, cerca de la barra de arena contigua a la entrada de éste. Se alimentaba o descansaba principalmente en la misma orilla (con vegetación herbácea rasa y pobre y algunas manchas de Salicornia incipiente, aunque con bastantes acúmulos de Ulva arrastrados por la marea), permaneciendo siempre frente a las dunas, pero hacía frecuentes incursiones en la zona intertidal que, en aquel lugar, carece totalmente de vegetación (aunque el día de la observación había bastantes restos de Ulva), hallándose en seco en la parte más próxima a la orilla y con una capa de agua muy somera algo más lejos de la misma. Se trata de un lugar muy frecuentado por Charadrius hiaticula, constituyendo un hábitat típico de esta especie"
CIRCUNSTANCIAS DE LA OBSERVACIÓN:
"Condiciones meteorológicas favorables, con cielo semicubierto a primera hora y despejando por completo a partir de las 11 horas. Aproximadamente desde las 9:30 sopló un viento del NE moderado, con algunas rachas bastante fuertes a lo largo de la jornada, pero ello no obstaculizó el desarrollo de las observaciones. Durante la semana precedente, la situación meteorológica fue básicamente anticiclónica, con predominio de vientos del NE, (que fueron duros el día 15). En la primera semana del mes, predominaron los vientos del W, con penetración de frentes y frecuentes lluvias.
El contacto con el ave se produjo alrededor de las 7:50 horas, durando ininterrumpidamente hasta las 14:38 horas. A aquella hora me encontraba tendido en las dunas, haciendo un recuento de aves congregadas en la orilla, debido a la pleamar, cuando escuché un reclamo extraño, que era emitido desde el aire en forma reiterada y que sonaba como “chu-vit” o chu-it”, con las dos sílabas bien marcadas. Casi inmediatamente, pude ver a una pequeña limícola que sobrevolaba el lugar en el que se encontraban posadas las aves que estaba observando, emitiendo dichos reclamos reclamos hasta que descendió y se posó al lado de seis Numenius phaeopus; inmediatamente, la observé con los prismáticos y vi que, aparentemente, se trataba de un Charadrius hiaticula adulto, lo que me desconcertó por completo en un primer momento, porque los reclamos escuchados eran de imposible asimilación a los conocidísimos reclamos de esta especie, que son absolutamente diferentes en todos los aspectos. Sin embargo, pronto recordé haber leído que el reclamo de Charadrius semipalmatus recuerda al de Tringa erythropus, lo que me hizo reparar en que el reclamo que había oído repetidamente se parecía, en efecto, al de esta ultima especie, siendo de estructura casi idéntica aunque menos potente y vibrante y con diferencias de timbre; esta circunstancia me alertó, unida al hecho de que, sencillamente, parecía imposible la posibilidad de que se tratara de dicha especie neártica, a lo que se unió el dato de que su tamaño me pareció demasiado pequeño para tratarse de Charadrius hiaticula, viéndose el ave demasiado diminuta en comparación directa con los Numenius phaeopus y con un Pluvialis squatarola de primer verano.
Como resultado de mi primer intento de aproximación se produjo un levantamiento conjunto y confuso, pero el ave observada se posó de nuevo muy cerca del mismo lugar, próxima a un bando de Larus ridibundus, un Pluvialis squatarola (el ya citado), un calidris alpina (adulto) y un Charadrius hiaticula (un individuo juvenil, que era precisamente el primero observado en la presente temporada). La siguiente aproximación, muy cuidadosa, no llegó a provocar el levantamiento del Calidris alpina, del Charadrius hiaticula y del ave observada, que quedaron aislados a partir de dicho momento, lo que posibilitó que las observaciones pudieran ser sumamente detalladas, permaneciendo ambos Charadrius estrechamente asociados durante todo el tiempo de duración de las mismas, en tanto que el Calidris alpina permaneció en su compañía durante más de la mitad de dicho tiempo.
Las aves permanecieron casi constantemente en el suelo, pero también se levantaron unas 12 veces, realizando vuelos entre treinta y cien metros, salvo en el levantamiento final, en el que ambos Charadrius se alejaron hasta el canal principal, en cuya orilla se posaron. Las observaciones fueron hechas casi siempre a distancias entre diez y quince metros, y ello, unido a su duración de casi siete horas sin interrupción, hizo que fueran sumamente meticulosas y detalladas, tomando siempre cómo referencia la comparación directa con el Charadrius hiaticula juvenil y en comparación “de memoria” con los individuos adultos de esta especie en plumaje de verano, cuyos rasgos son bien conocidos."
Las observaciones fueron realizadas exclusivamente con prismáticos de 10x40 Zeiss.
DESCRIPCIÓN DEL AVE:
Edad
"Individuo adulto, en plumaje de verano. A juzgar por su pequeño tamaño y por algunos detalles de su plumaje (especialmente la inexistencia de plumas de color pardo en la banda pectoral y en la máscara facial, y la de cualquier clase de mancha de color blanco encima o detrás del ojo) debía tratarse de un macho. Debe resaltarse que los individuos adultos de Charadrius semipalmatus pueden iniciar los movimientos migratorios otoñales ya a principios del mes de julio."
Tamaño y estructura
"Tamaño claramente inferior a Charadrius hiaticula, siendo ello perceptible incluso antes de poder efectuar la comparación directa. Visto al lado del individuo juvenil de esta especie que lo acompañaba, la diferencia era llamativa tanto en el suelo como en vuelo, hasta el punto de que, en mi estimación el volumen del Charadrius semipalmatus debía ser aproximadamente un 75% (o solo muy poco más) del volumen del Charadrius hiaticula. En vuelo, la diferencia de tamaño era notoria y manifiesta vistas las aves desde cualquier posición.
Estructura similar a la de Charadrius hiaticula, pero con algunas diferencias útiles a efectos de identificación, que se relacionan a continuación:
- Cabeza claramente más pequeña y redondeada, con perfil más suave y menos anguloso
- Pico grueso, notoriamente más corto, con la consecuencia de que la relación entre longitud y su grosor confería al ave un aspecto conspicuamente piquicorto.
- Silueta más redondeada, con perfil más suave y con “menos ángulos” que Charadrius hiaticula
- Aspecto general más compacto, pareciendo más corto que Charadrius hiaticula y con mayor tendencia a engibarse.
- Postura algo más erguida, de manera que la línea del dorso mostraba un mayor declive que la de Charadrius hiaticula, que se veía más horizontal. Este rasgo y el anterior eran especialmente notorios cuando el ave permanecía inmóvil, sobre todo en actitud de reposo.
- En resumen, Charadrius semipalmatus se veía más compacto, más erguido y con silueta más redondeada y más límpia que Charadrius hiaticula, pareciendo más “primorosamente construído” que éste."
Plumaje
"En conjunto, y tanto en diseño como en color, plumaje muy similar al del adulto de Charadrius hiaticula en verano (hasta el punto de ser necesaria una observación cuidadosa para evitar la confusión) pero con algunas diferencias notables, cómo se verá a continuación:
- Mancha frontal blanca con menor extensión lateral que la de Charadrius hiaticula, no llegando tan cerca del ojo como en esta especie.
- Franja negra situada bajo la mancha frontal, muy estrecha en su parte frontal, rebasando apenas la altura de la base del pico, resultando algo más ancha en sus partes laterales, especialmente en la zona más próxima a su confluencia con la máscara facial.
- Franja negra situada sobre la mancha frontal blanca, tan ancha al menos como la de Charadrius hiaticula, con una anchura prácticamente uniforme en toda su extensión hasta confluir con la máscara facial.
- Máscara facial de color negro, conspicuamente más corta que la de Charadrius hiaticula, extendiéndose mucho menos hacia atrás, lo que originaba un diseño que resultaba distintivo.
- Color negro de la máscara facial de tonalidad algo menos intensa que la típica de los machos de Charadrius hiaticula en plumaje de verano, con aspecto más mate y menos brillante, pero careciendo por completo, aparentemente, de plumas de color pardo.
- Inexistencia de lista o mancha blanca encima o detrás del ojo, apareciendo este completamente aislado en una zona de color negro. Es posible que el color negro de la parte superior de la máscara facial tuviese una tonalidad menos intensa que el resto, pareciendo algo más pálida, pero el ave carecía por completo de cualquier mancha blanca en esa zona, de tal manera que, desde el límite inferior de la máscara facial negra hacia arriba, mostraba color blanco solo en la mancha frontal. Este rasgo, en combinación con el de la menor extensión hacia atrás de la máscara facial, conferían al diseño de la parte lateral de la cabeza un aspecto “raro”, produciendo la impresión de que “le faltaba algo”, tomando siempre como referencia el diseño del plumaje de verano de los individuos adultos de Charadrius hiaticula.
- Resto de la cabeza como Charadrius hiaticula, si bien la tonalidad del color del píleo y de la nuca era notoriamente más oscura que la del individuo juvenil de esta especie que se hallaba presente siendo llamativa la diferencia que mostraba la comparación directa.
- Partes superiores del mismo color y tonalidad que el píleo y la nuca, con la misma diferencia de tonalidad referida en el párrafo anterior respecto de las partes superiores de Charadrius hiaticula. El aspecto de conjunto de las partes superiores era también más uniforme, sin ninguna clase de marcas que rompiesen dicha uniformidad (aunque con una tonalidad ligeramente más oscura en la zona de las rémiges secundarias y primeras, al menos vista el ave desde atrás), lo cual daba a Charadrius semipalmatus, también en este punto, un aspecto más limpio y primoroso que el de Charadrius hiaticula.
- Cola con el mismo diseño que la de Charadrius hiaticula, pero la parte distal me pareció notablemente oscura y separada más brusca y limpiamente del color mucho más claro de la parte nasal.
- Partes inferiores como Charadrius hiaticula, pero la banda pectoral tenía una anchura escasa y casi uniforme, dando la impresión de un cinturón que rodease al ave; resultaba algo más ancha en los lados del pecho que en el centro, pero ese ensanchamiento era notoriamente inferior al que es típico en los adultos de Charadrius hiaticula, siendo llamativa la diferencia sin necesidad de comparación directa.
- En vuelo, Charadrius semipalmatus mostraba una franja alar conspicuamente mas corta que la de Charadrius hiaticula, extendiendo menos, tanto hacia la punta como hacia la base del ala, hasta el extremo de que a veces me daba la impresión de un panel que ocupaba poco más que la zona central de la longitud del ala. Además, la franja alar era también más estrecha y menos blanca que la de Charadrius hiaticula, mostrándose como algo oscurecida por una tonalidad pardusca en parte de su extensión. Vistas ambas aves al vuelo, la comparación directa ponía de relieve una notable diferencia en el aspecto de la franja alar."
Partes no emplumadas
"Anillo ocular notorio, de color muy amarillo puro, muy conspicuo a corta distancia al contrastar con el color negro de la misma máscara facial y con el color pardo muy oscuro del iris.
Pico grueso y muy corto, de color amarilllo-naranja, con color negro en la punta que se extendía a la mayor parte de la mitad distal.
Patas del mismo color amarillo-naranja, aunque con una tonalidad algo más mate que la que es típica de los machos de Charadrius hiaticula en plumaje de verano.
Membranas interdigitales (palmeaduras) conspicuas, tanto entre el dedo medio y externo, como entre el dedo medio y el interno. Ambas membranas eran sin duda notablemente extensas, siendo visibles a bastante distancia cuando la posición era favorable. No obstante, y pese a intentarlo reiteradamente, no me fue posible realizar una observación adecuada para comparar debidamente sus respectivos tamaños ni para determinar su extensión en relación con la longitud de los dedos, al no poder conseguir un ángulo de observación idóneo para ello, además de los inconvenientes que supusieron los movimientos del ave y la fina capa de agua y acúmulos de Ulva que cubrían parte de la zona."
Voz
"Sumamente distintiva, siendo un importantísimo dato para la identificación por resultar de imposible confusión con la de Charadrius hiaticula, siendo las voces de ambas especies sorprendentemente diferentes en todos los aspectos. Pude captar la emisión de tres reclamos diferentes, cuya descripción es la siguiente:
-Reclamo de vuelo emitido reiteradamente mientras el ave se acercaba y sobrevolaba el lugar en el que se posó cuando contacté con ella por primera vez. Sonaba claramente como “chu-vit” o “chu-it”, recordándome por su estructura el típico reclamo de vuelo de Tringa erythropus; era muy claramente bisilábico, de bastante alcance y de tono agudo, careciendo totalmente del conocidísimo timbre musical y melifluo de la voz de Charadrius hiaticula.
-Reclamo emitido en vuelo en algunas ocasiones (probablemnte en tres), después de haber sido levantada el ave por mi aproximación. No fue emitido en el momento de levantar, sino ya en pleno vuelo. Sonaba como “chic-chic…” recordándome al reclamo en vuelo de Calidris alba, pero pareciéndome claramente menos potente, menos áspero y más suave que éste.
-Reclamo que parecía de alarma o inquietud, que fue emitido en algunas ocasiones (indudablemente en pocas, aunque no puedo precisar el número exacto) en el momento de levantar ante mi aproximación. Sonaba como un “Keóp” o “Kióp” fuertemente gutural (hasta parecerme alguna vez que sonaba más bien como “gueóp” o “guióp”, áspero y como algo ronco, careciendo absolutamente de toda musicalidad. En un determinado momento pude comparar en condiciones excepcionalmente buenas este sonido con el reclamo de inquietud del Charadrius hiaticula presente, ocurriendo que, estando yo muy cerca, el Charadrius hiaticula emitió desde el suelo su típico “tuuuii” de inquietud, musical y melifluo, contestando el Charadrius semipalmatus, que estaba sólo algunos metros de la otra ave, con su áspero “keóp”; nuevamente emitió su reclamo el Charadrius hiaticula y nuevamente contestó el Charadrius semipalmatus, y así hasta una decena de veces aproximadamente, no concluyendo esta “conversación” entre ambas aves hasta que el Charadrius hiaticula dejó de emitir su reclamo, seguramente tranquilizado por mi inmovilidad. El contraste entre ambos sonidos era enorme, resultando sorprendente y pareciendo casi increíble que dos aves tan similares pudieran emitir un reclamo tan sumamente diferente en todos los aspectos."
Conducta
"Actitudes similares en todo a las de Charadrius hiaticula, alimentándose de idéntica forma. El ave se alimentaba frecuentemente, pero también sesteaba en la orilla, normalmente manteniéndose en pie (mostrando entonces a la perfección sus características estructurales), pero también echándose brevemente en algunas ocasiones, normalmente al abrigo de un acúmulo de Ulva. Se mostraba indudablemente confiado para tratarse de un Charadrius adulto, aguantando bien mis aproximaciones, pero reaccionaba antes que el Charadrius hiaticula juvenil, mostrandose algo más activo, inquieto y desconfiado que éste. Normalmente se resistía a levantar el vuelo ante mi aproximación, prefiriendo casi siempre intentar mantener la distancia caminando."
Jose Luis Rabuñal Patiño